Identificar las situaciones que nos producen tensión o estrés, para fortalecer el proceso de autoconocimiento a partir de vivencias cotidianas.

En la cotidianidad las personas experimentan situaciones o experiencias que les genera gran tensión o estrés. Reconocer que está generando esta emoción es el primer paso para trabajarla, enfrentar las dificultades con confianza y valentía y finalmente vivir saludablemente. 

Para que la población estudiantil reconozca estas emociones es importante enseñarles a comprender e identificar los síntomas o manifestaciones que puedan sentir en sus cuerpos para así saber cómo responder ante esas situaciones.

Los adultos podrán guiar a los niños en este proceso recomendando además el tener comunicación con padres o personas de confianza para encontrar juntos posibles soluciones a un determinado conflicto.

Si se aprende a canalizar adecuadamente estas emociones se formarán personas más tolerantes y seguras de sí mismas.